Iniciar una Relacion de pareja siempre es divertido apacionante y en la mayoria de los casos faciles, los finales por el contrario son complicados. Cuando inicias la relacion es facil enamorarte, crear un halo de felicidad, todo es bello, todo puede suceder y todo pasa muy rapido, tanto que el tiempo fluye sin que lo notes.
Sin embargo, con el tiempo, las responsabilidades, las frustraciones y las decepciones generalmente se acumulan. La historia, los temores, el callar comienza a pesar. Las discusiones se vuelven más frecuentes. Las diferencias aumentan. La relación comienza a deteriorarse y a distanciarse. hay dudas.
Las discusiones como en toda relación en ocaciones no son motivo de preocupación. Es completamente normal que los integrantes de la pareja piensen de manera distinta y que los argumentos acerca de su visión del mundo choque. Pero si las discusiones han aumentado de manera progresiva, entonces existen diferencias que no se han externado y puede pensar que esta perdiendo la comunicación con su pareja, es muy probable que se necesite una pausa y pensar a donde se esta dirigiendo la relación.
¿Y cómo puede saber si la relación ha terminado o todavía tiene oportunidad?
1. ¿Eres reciproco con las necesidades de tu pareja?
La relación es un espacio muy íntimo en el que buscamos la satisfacción de muchas de nuestras necesidades emocionales. Esperamos que nuestra pareja nos de amor, comprensión, apoyo y valor emocional. Esta relación tiene que agregar valor a nuestra vida.
Por otro lado, cuando una relación comienza a ser diferente nos consume energia y valor, intuimos que algo esta mal. Es una sensación de molestia, no comprendemos que sucede, pero sabemos que nuestra pareja se ha vuelto lejano o insensible a nuestras necesidades emocionales.
A veces es una situación que nada tiene que ver con la relación. Si nuestra pareja está absorto en un proyecto profesional muy importante o está preocupado por un familiar cercano, es comprensible que se sienta frustado y no pueda con todo. Sin embargo, es importante conocer si se trata de una situación que pronto tendra solucion o tardara algun tiempo.
En este punto debo comentar que no hay mucho que se pueda hacer cuando los miembros de la pareja son insensibles a cualquier necesidad del otro, no se preocupan por los sentimientos y no ayudan a que alcancen sus sueños. Si por el contrario, aun existe empatía y una preocupación sincera por el bienestar en comun, puede decirse que aun hay muchas cosas que pueden hacerse para aplicar los cambios necesarios y salvar la relación. Por lo tanto, si realmente quiere saber si vale la pena salvar la relación, tendra que preguntarse si aún le preocupa hacer feliz al otro.
2. ¿Aun existe en ambos una conexión emocional que posibilita el diálogo?
«Una conexión emocional debe ir mucho más allá del deseo. Se siente increible estar al lado de la pareja. No experimentamos la necesidad de hablar para llenar el silencio, no existen los silencios incomodos. Se encuentran cómodos juntos. Siente aceptación. Conecta. Interiormente sabe que puede hablar de cualquier tema, sin miedo.
Esta conexión emocional es fundamental y cuando se pierde, la pareja se convierte en dos extraños que viven bajo el mismo techo. En estos casos, la comunicación continuamente se limita a diálogos cortos con la única intención de adaptarse a las responsabilidades diarias. En la intimidad solo hay distancia y frialdad emocional. Luego la sensación cambia a que estamos acompañados, pero solos. Comienza a existir un ambiente de vacío.
Cuando una relación esta perdida los argumentos ya no existen, la frustración, la ira y el desamor dan paso a la indiferencia al distanciamiento y a la infelicidad.
Mientras haya un fuerte vínculo emocional, la relación no ha terminado. Si puede compartir sus sentimientos y preocupaciones con su pareja es porque sigue siendo receptivo, todavía hay una oportunidad para poder salvar la relación. Siempre que ambos esten dispuestos a ser auténticos, abrazarse, conectar y diálogar, la relación sobrevivirá.»
3. ¿El pilar de la confianza es sólido?
«La base de cualquier relación es la confianza, cuando esta se pierde, es muy difícil de reconstruir. Si por alguna razon nos han sido infieles o le es dificil decir la verdad, poco a poco se ira perdiendo la confianza, cada ves que rompa una promesa, sera mas dificil confiar y por consiguiente labrar un futuro juntos.
En estos casos, vivir con una persona que nos ha traicionado, se convierte en un constante recordatorio de la posibilidad que nos vuelvan a mentir o a engañar. Podemos caer en un estado de «fatiga mental» y que no solo afectara nuestra autoestima, sino que puede desencadenar preocupaciones psicologicas y de ansiedad, como estudios que se han realizado en varias universidades han predicho.
Realmente, la confianza es una ruta de doble intención que beneficia tanto a las personas en las que confiamos como a nosotros mismos. Confiar en la persona que está a nuestro lado nos ayuda a aliviar la ansiedad y la incertidumbre, dándonos puntos de anclaje seguros para lidiar con los problemas de la vida cotidiana.
Por otro lado, si nuestra desconfianza nos hace dudar y nos hace inseguros, la cuesta será hacia arriba. Mantener esta relación tóxica es equivalente a ser masoquistas emocionales. Por tanto, si cree que no podrá perdonar al otro sin tener resentimientos o que no podrá volver a confiar en su pareja, tal vez lo mejor es poner fin.»
4. ¿Todavía se miran juntos, hacia el futuro?
Existe una paradoja del psicologo Erich Fromm que dice «El amor es; dos seres que se convierten en uno y, sin embargo, siguen siendo dos«. Se referia a la inegable necesidad de crear un proyecto común que incluye las esperanzas y los sueños de cada uno.
El amor no se guarda exclusivamente en una relación, también es un proyecto compartido, valores comunes, ideas similares y sueños sincronizados. Sin embargo, todos cambiamos con el tiempo. Los psicólogos de la Universidad de Manchester descubrieron que en solo dos años nuestra personalidad puede cambiar mucho más de lo que estamos dispuestos a reconocer cuando nuestras circunstancias varían.
Si las obligaciones diarias toman a dos personas y las conducen por diferentes caminos, no es raro que ambos comiencen a buscar diferentes direcciones. Cuando no hay un esfuerzo consciente para construir un proyecto en común y mantenernos «»actualizados»» sobre los cambios en las necesidades, deseos y aspiraciones de nuestra pareja, es probable que nuestros planes de vida comiencen a atravesar diferentes circunstancias.
En ese caso, será muy difícil tener grandes expectativas sin hacer grandes sacrificios y que podrían terminar convirtiéndose en piedras muy pesadas, cuando surja la primera discusión. Las diferencias en los objetivos de vida, pueden convertirse en un obstáculo grave incluso para las relaciones donde todavía hay amor.
Por lo tanto, para saber si vale la pena salvar la relación, debe preguntarse si ambos siguen mirando la misma dirección en decisiones futuras, como el deseo de tener hijos, el lugar donde desean vivir o sus proyectos profesionales. ¿Quieres construir las mismas cosas en tu vida?»
5. ¿Pueden asumir responsabilidades y comprometerse a cambiar?
«El amor y la compatibilidad emocional en ocaciones no suelen ser suficientes para salvar una relación de pareja. Una relación también se hace de compromisos. Ambos deben estar dispuestos a afrontar los obstaculos que se atraviesen en su camino y al mismo tiempo hacer todo lo posible para cuidar la relación.
Cuando las recriminaciones se instalan en una pareja y las conversaciones se convierten en un duelo de quien tiene la culpa, hay algo que no debe ignorarse. Si los dos piensan que el «problema» es el otro y que es el otro quien debe cambiar, sin asumir en esto su responsabilidad en la relación, será difícil llegar a un buen término.
Mantener una relación implica un trabajo duro. Implica no darse por vencido, saber ceder en algunas ocasiones, escuchar al otro, reconocer sus propios errores y, sobre todo, tratar de mejorar cada día para que una mejor versión de nosotros ilumine la relación. Implica un compromiso mutuo. Una voluntad de cambiar los daños o molestar al otro. Solo con responsabilidad y compromiso se pueden reparar las fisuras que generan problemas y conflictos.
Si cualquiera de los dos no está dispuesto a comprometerse o no reconoce sus errores y escapa de sus responsabilidades, la otra no puede llevar el peso de la relación sobre sus hombros durante mucho tiempo.
En cualquier caso, independientemente de lo que el problema esté causando, si cree que su relación aún se puede salvar, pero no sabe cómo, un par de sesiones con un terapeuta puede ayudarlos a comunicarse, comprender y relacionarse mejor. Todas las relaciones pasan por etapas complicadas, si está segura de que desea seguir adelante, ese bache terminará reforzándo la relación.»